March 22, 2024

¿Qué es la Porfiria?: Pasado, presente y futuro

Acompáñame en este viaje por la historia para descubrir el pasado, presente y futuro de este grupo de enfermedades raras.

Mª Constança Pagès

Acompáñame en este viaje por la historia para descubrir el pasado presente y futuro de este grupo de enfermedades raras.

Contexto histórico

1811, Londres

Las gotas de lluvia golpean los cristales de las ventanas del Palacio de Westminster, creando un repiqueteo rítmico que resuena en las zonas más silenciosas del edificio. En su interior, en una delas cámaras, los ministros del Parlamento inglés están reunidos, una vez más, sin la presencia del rey, el cual se halla demasiado enfermo para abrir la sesión. Sus voces se elevan por encima del ruido de la lluvia mientras discuten. Es fácil imaginar la tensión vibrando en el ambiente. Llega el momento de la votación. Las agujas del reloj avanzan lentamente, sumando su tic-tac ala suave melodía creada por la lluvia.Al fin, los tellers hacen el recuento: ¿Aye o Noe?

 

Esta asamblea es la consecuencia de una estratagema política ideada varios años atrás por un grupo de ministros, durante otro de los graves episodios de demencia del rey George III. En 1788, no pudieron llevar a cabo sus planes debido a la recuperación aparentemente milagrosa del monarca. Esta vez, sin embargo, George III ha entrado en su último y más grave episodio de demencia, y varias personalidades políticas de peso opinan que ha llegado el momento de destituirlo. Ciertamente, no andan desencaminados: este último ataque de locura acompañará al rey hasta el final de sus días, sin que nadie pueda descifrar ni su causa, ni su cura.

Al terminar la sesión, el rey ha perdido sus poderes: el Príncipe de Gales, hijo del rey George III y la reina Charlotte de Mecklenburg-Strelitz, es nombrado regente del trono de Gran Bretaña e Irlanda, marcando el inicio de la famosa época de la Regencia, la cual ha ganado en popularidad tras el estreno de Bridgertonen diciembre de 2020.

En 1761, al partir de su Alemania natal hacia Inglaterra para casarse, poco podía imaginar Charlotte que su prometido, quien había heredado el trono inglés menos de un año antes, pasaría sus últimos años confinado en el castillo de Windsor, aislado del mundo y sumido en graves episodios de locura que no solo le hicieron ganarse el apodo MadKing George, sino que además le costaron el trono y, finalmente, la vida.

Imagen 1. Retrato de Charlotte de Mecklenberg-Sterlitz(izquierda) y fotograma de la reina Charlotte en Bridgerton (derecha).

Pero, ¿cuál fue la causa de la mala salud del monarca? En el siglo XVIII se habló de locura, pero hoy, en pleno siglo XXI, tras los enormes avances de la ciencia, no convencemos a nadie con esa interpretación. En el universo Bridgerton, la explicación que se da es que George III sufrió esquizofrenia. Sin embargo, los psiquiatras Ida Macalpine y Richard Hunter, madre e hijo, teorizaron en los años 60 que la misteriosa enfermedad que sufrió George III fue otra mucho menos conocida: la porfiria.

¿Qué es la porfiria?

Las porfirias son un grupo de enfermedades raras que pueden afectar a la piel, el tracto digestivo y el sistema nervioso. Están causadas por una alteración en la síntesis del grupo hemo, sustancia responsable del color rojo de la sangre y que forma parte de la hemoglobina (proteína que transporta el oxígeno a los tejidos).

Para sintetizar dicho grupo hemo hacen falta 8 enzimas, las cuales catalizan diversas reacciones dando lugar a una serie de productos intermedios( protoporfirinas y porfirinas) hasta llegar al grupo hemo. Si alguna de estas enzimas no funciona correctamente, la ruta se bloquea y se acumulan las porfirinas y protoporfirinas en tejidos y sangre, dañando las células nerviosas y provocando a la sintomatología. Existen varios tipos de porfiria, según qué enzima se vea afectada, y se clasifican según en porfirias agudas o cutáneas.

Como podemos deducir de la suposición de que George III padeciera una de ellas, las porfirias agudas pueden ocasionar alucinaciones, ansiedad oconvulsiones. Macalpine y Hunter inicialmente sostuvieron que George III sufrió Porfiria Intermitente Aguda (AIP), aunque posteriormente cambiaron  de  opinión  para  defender  que  su enfermedad fue Porfiria Variegata (VP), más leve.

Imagen 2. George III enla La Reina Carlota (izquierda) y en ilustración (derecha).

En una carta escrita por el Príncipe de Gales (hijo de GeorgeIII), este describe cómo su padre empezó un discurso dirigiéndose a la audiencia como “My lords andpeacocks” (Mis caballeros y pavos reales).

Además de los ya mencionados, pueden ocasionar una gran variedad de signos y síntomas, como alteraciones gastrointestinales (dolor estomacal, náuseas…) o cutáneas (tras la exposición solar), debilidad muscular, taquicardia, orina rojiza o marronosa…Comúnmente, las personas que sufren de porfiria aguda solo tienen algunos ataques a lo largo de su vida. Estos son súbitos y pueden durar días o incluso semanas; peropara algunos pacientes, los síntomas pueden volverse crónicos. Sin tratamiento, pueden poner en peligro la vida.

Las porfirias cutáneas, en cambio, se presentan con ampollas, dolor, rubor, inflamación y cicatrización en zonas de la piel expuestas al sol, con el consecuente riesgo de infección de dichas heridas. También hay cambio de lcolor de la orina. Típicamente no producen afectación del tejido nervioso.

Porfiria y sangre real: Mary, Queen of Scots

La porfiria es, generalmente, una enfermedad genética, y como tal es hereditaria. Según la mutación, puede ser dominante o recesiva. Esta podría ser una de las principales fallas de la teoría de que George III sufriera porfiria, ya que ninguno de sus 15 hijos con Charlotte (13 llegaron a la edad adulta) mostraron signos de la enfermedad.

Imagen 3. Retrato de Mary, Queen of Scots

 

No obstante, si subimos por el árbol genealógico de George III y nos detenemos alrededor de 200 años atrás, en la Inglaterra de los Tudor, encontramos a Mary I, quien ocupó el trono escocés en el siglo XVI, antes de la unificación de Escocia eInglaterra. Durante su reinado experimentó varios episodios de mala salud cuya descripción es compatible con la porfiria, que se manifestaron tras vivir situaciones que la sometieron a grandes niveles de estrés, el cual puede actuar como desencadenante de la porfiria.

Porfiria y funguicidas: de la corte inglesa aTurquía

Curiosamente, la porfiria también puede ser adquirida por factores ambientales. Como claro ejemplo, encontramos la epidemia de porfiria cutánea tardía (PCT) que tuvo lugar entre 1956 y 1961 en Turquía. En este caso, el responsable de la enfermedad fue el hexaclorobenzeno (HCB), un antifúngicousado por el estado en 1954 para la conservación de un suministro de granos de trigo que se distribuyó entre la población. Inicialmente destinado a la siembra, el trigo terminó usándose en la producción de alimentos (principalmente pan) debido a un periodo de escasez en varias provincias.

 

Los primeros casos de PCT aparecieron en 1956 y, en 1959, el gobierno discontinuó el uso de HCB como antifúngico. Siguieron apareciendo nuevos casos hasta 1961.El tiempo entre la exposición a HCB y la aparición de PCT podría explicarse porque la concentración de HCB en la comida fue muy baja (se estima de entre 0,05-0,2 g/día), y los efectos aparecieron por exposición crónica (es decir, por ingestas pequeñas durante un largo periodo de tiempo).

 

Además del HCB, otros factores pueden provocar la enfermedad por sí solos, o trabajar junto a una mutación para incrementar el riesgo de sufrirla son:

  • Hormonas femeninas: especialmente la progesterona.
  • Algunos medicamentos: anticonceptivas, ciertos antibióticos, anestésicos y anticonvulsivos.
  • Determinadas infecciones virales
  • Baja ingesta de carbohidratos, o dietas hipocalóricas.
  • Alcohol: especialmente en ingestas elevadas en un corto periodo de tiempo, como serían los botellones.
  • Tabaco.

Presente: situación actual

Actualmente no hay cura para la porfiria, y su tratamiento consiste en el manejo de la sintomatología. Las opciones disponibles van desde la medicación sin receta para tratar el dolor o las náuseas, hasta inyecciones de hemo (Panhematin®) que disminuyen la síntesis endógena de porfirinas por parte del organismo, pasando por inyecciones de glucosa intravenosa para prevenir los ataques, implantessubcutáneos que disminuyen la sensibilidad a la radiación solar, y la modernaterapia de si-RNA Givosiran que previene la acumulación de porfirinas.

Como consecuencia del desconocimiento de estas enfermedades, muchas personas enfermas de porfiria no tienen acceso a estos tratamientos. Se estima que el tiempo de diagnóstico de las porfirias agudas es de aproximadamente 15 años, debido a que la sintomatología es poco específica y se confunde fácilmente conenfermedades más comunes. Por lo tanto, muchos pacientes pasan años sin recibir el tratamiento adecuado, con las complicaciones que esto conlleva(entre ellas, alteraciones neurológicas crónicas o incluso muerte).

 

En otros casos en los que ya se ha llegado al diagnóstico correcto, lo que imposibilita el acceso a la medicación necesaria es la formación deficiente de los profesionales de la salud en relación a las porfirias. Podemos encontrar testimonios de pacientes que se han encontrado con médicos que no saben qué tratamientos aplicar ni cuándo hacerlo, o que, aún peor, minimizan o restan importancia a sus síntomas.

¿Cuál es el futuro de la porfiria?

Citando el programa Protect the Future, de la Fundación Americana de Porfiria: “las enfermedades raras como la porfiria afectan alrededor del 8% de la población mundial, y la formación de los profesionales sanitarios se estructura acorde con ello. Así pues, la mayoría de estudiantes y profesionales de la salud priorizan las enfermedades comunes sobre las raras porque no han recibido educación ni concienciación sobre ellas. […] Aunque comprensible, esto perjudica a los pacientes y sus familias, aumentando su estrés social, psicológico y económico, lo cual impacta negativamente su salud.”

 

Antes de terminar, debo aclarar que las teorías sobre la enfermedad de George III y Mary, Queen of Scots no son más que eso: teorías. Lo más probable es que nunca lleguemos a confirmar si estas figuras históricas padecieron o no porfiria. Y pese a no saber qué enfermedad (o enfermedades) sufrieron, podemos y debemos aprender algo de sus historias. Mary y George, como muchas otras personas de cuyas vidas no quedó constancia, murieron sin poner nombre, y, mucho menos ,cura, a su afección.

Da qué pensar que hoy en día, igual que hace siglos, este grupo de enfermedades raras siga siendo un misterio para muchos profesionales de la salud. Da qué pensar que haya pacientes sufriendo en silencio o en voz alta durante años, sin hallar el diagnóstico correcto y sin recibir un tratamiento adecuado.

No dejemos que esto siga siendo así 💪🏼

El 29 de febrero es el Día Mundial de las Enfermedades Raras. Esta fecha es la excusa ideal para informarnos, aprender y concienciar, porque, aunque para muchosno es más que un día un tanto particular en el calendario, las personas que sufren este tipo de enfermedades conviven con ellas los 365 (o366) días del año.

 

Se estima que somos unos 8000 millones de personas actualmente viviendo en la Tierra. Un 8% de ellas son 640millones. ¿Te sigue pareciendo que las

enfermedades raras afectan a poca gente?

 

Te animo ,pues, a informarte sobre la porfiria o sobre otras enfermedades raras que puedas encontrar. No solo eso, te propongo que te atrevas a hablar de lo que aprendas con un familiar, una amiga, tu pareja o tu vecina en el ascensor. La concienciación es clave, especialmente en enfermedades que son fácilmente olvidadas.

 

Y pongo fin así a nuestro viaje por el pasado, presente y futuro de las porfirias. Encantada de haberte podido acompañar 🧡

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