May 23, 2024

Vacunas, Industria Farmacéutica y Enfermedades Infecciosas: Uniendo esfuerzos

El término ‘’vacuna’’ resuena en nuestra vida diaria con gran frecuencia, pero ¿somos realmente conscientes del impacto que tienen realmente en nuestra sanidad?

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Marina Romero Rodríguez

El término ‘’vacuna’’resuena en nuestra vida diaria con gran frecuencia, pero ¿somos realmente conscientes del impacto que tienen realmente en nuestra sanidad?

Contexto

A medida que avanzamos hacia el futuro y a raíz de la reciente pandemia por COVID-19, el concepto ‘’vacuna’’ engloba un desafío significativo cada vez más grande en nuestra sociedad, unido incluso a una disminución de las tasas de vacunación frente a ciertas enfermedades. Esta desconfianza se desencadena principalmente debido a una ignorancia generalizada alimentada por la cada vez más asequible difusión de información errónea en redes sociales y otros medios.

Sin embargo, a lo largo de los años, las vacunas han demostrado desarrollar un papel crucial contra la lucha de enfermedades infecciosas y su propagación. Desde el hito alcanzado por Edward Jenner en 1976 con el descubrimiento de la primera vacuna contra la viruela y pasando por otros grandes científicos como Emil Adolf von Behring, descubridor de la vacuna contra el tétanos en 1890, la ciencia ha avanzado rápidamente, permitiendo abrir nuevas líneas de investigación frente a múltiples enfermedades emergentes y reemergentes.

Nuevas líneas de investigación

Aunque trabajar en las vacunas ya existentes aporta diferentes ventajas tales como poder incluir nuevas cepas objetivo o utilizar formulaciones mejoradas, la continua innovación y diversificación de las tecnologías resulta crucial para garantizar un amplio abanico de opciones que respalden cualquier amenaza de salud global.

La biotecnología moderna junto a la ingeniería genética, entre otros campos, han acelerado el proceso de desarrollo de nuevas estrategias de vacunación que, por ejemplo, tengan en cuenta factores como el perfil genético o la resistencia individual a una determinada infección y que, junto al estudio de los procesos fisiopatológicos e inmunes, permita explorar además otros campos de aplicación más allá de las enfermedades infecciosas, como la oncología o alergología.

En el caso de las enfermedades infecciosas, esto permite abrir nuevos campos de investigación que trabajan, por ejemplo, en el progreso de posibles vacunas frente a agentes infecciosos que suponen un gran reto, como el VIH, ya que la alta variabilidad del genoma viral y el alto nivel de glicosilación de la glicoproteína de la cubierta del VIH hacen que se evada la respuesta inmune con gran facilidad.

Aunque actualmente se encuentra en fase de investigación, son muchas las áreas terapéuticas que desempeñan una importante labor en la búsqueda de nuevas tecnologías que permitan desarrollar una vacuna terapéutica que mejore la respuesta inmunitaria frente a este virus en personas seropositivas.

Algunos de los avances

Por ejemplo, una de las vías más novedosas sobre las que se trabaja hoy en día, consiste entratar de desarrollar una vacuna que logre estimular la producción de anticuerpos neutralizantes (bnAbs) que, mediante una acción dual, consiga activar otras células inmunitarias que puedan atacar las células infectadas y al mismo tiempo inhibir la transmisión del virus.

Por otro lado, también es necesario poner sobre el foco sobre aquellas vacunas ya existentes que, aunque cuentan con muchos años de experiencia en la práctica, requieren continuas adaptaciones que mejoren su efectividad. Este es el caso de las vacunas frente a virus respiratorios, como la gripe o el virus respiratorio sincitial, que, debido a su rápida multiplicación y constantes mutaciones, requieren un seguimiento preciso que permita trabajaren el desarrollo de nuevos diseños.

Los avances en tecnologías moleculares han desembocado en el desarrollo de otras plataformas como las vacunas de proteínas recombinantes, de ácidos nucleicos o de vectores virales. Actualmente, las de proteínas recombinantes se trabajan en mayor proporción debido a su perfil de seguridad bien conocido y su estabilidad y flexibilidad en cuanto a los procesos de fabricación, lo que las sitúa con el número más alto de vacunas en fase I de desarrollo.

Sin embargo, tras la aparición del SARS-CoV-2, se está trabajando de cerca con tecnologías modernas basadas en el ARN mensajero, que permiten un desarrollo más rápido y eficiente de una vacuna y aportan una enorme capacidad para adaptarse rápidamente a patógenos con alta variabilidad en antígenos diana. Es una tecnología que representa una de las áreas terapéuticas más prometedoras en el campo de la inmunización y que actualmente se están desarrollando para enfermedades infecciosas como la gripe y el VIH aunque están sujetas a seguimiento adicional y requieren una considerable inversión en investigación y desarrollo.

Cooperación como primera estrategia

Para que puedan llevarse a cabo todos estos estudios y avances, resulta evidente que se necesita una colaboración estrecha entre científicos, instituciones académicas, gobiernos y la industria farmacéutica a nivel mundial. La cooperación entre todos estos organismos es esencial para poder innovar en áreas como la investigación, producción y distribución de vacunas que aborden las enfermedades infecciosas de manera efectiva.Estas asociaciones facilitan un intercambio de conocimientos que permite identificar nuevas dianas terapéuticas y realizar los ensayos clínicos necesarios para evaluar la seguridad y eficacia de todos estos procesos.

Es por ello por lo que la industria farmacéutica desempeña un papel crucial en la vacunación y el abordaje de enfermedades infecciosas, liderando la investigación y el desarrollo de nuevas vacunas, incluidas aquellas dirigidas a enfermedades emergentes y reemergentes.

Además, una vez que se desarrollan y aprueban nuevas vacunas, de forma paralela al proceso de investigación, las compañías farmacéuticas son de vital importancia en su fabricación a gran escala y distribución a nivel mundial para poder llevar a cabo los planes de vacunación entre la población mundial. Esto parte de instalaciones de producción especializadas y del cumplimiento de estrictas regulaciones defabricación y logística que permitan garantizar de forma eficiente que lasvacunas lleguena las poblaciones que las necesitan en todo el mundo.

Conclusión

La industria farmacéutica desempeña un papel central en el impulso de la innovación tecnológica que forma parte de la investigación, desarrollo, producción y distribución de vacunas. Concretamente en el contexto de enfermedades infecciosas, la crucial importancia de las vacunas en la prevención y control de estas es más evidente que nunca y solo a partir del compromiso y la colaboración continua de la industria farmacéutica, gobiernos, organizaciones de salud pública y sociedad podremos aprovechar el poder transformador de las vacunas para proteger la salud y el bienestar de las generaciones futuras en todo el mundo.

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