15 de marzo: Nacimiento de un pionero de la inmunología
Hoy, recordando mi miedo a las vacunas y a los fármacos, me han hablado de gente como Emil von Behring. Él fue un médico alemán, pionero en el campo de la inmunología. ¿Cuál fue su mayor logro? Desarrollar la vacuna contra el tétanos. No sabía que salvó millones de vidas y marcó un hito en la historia de la medicina.
Y es que, preguntando a mi médico de confianza, el tétanos es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria “Clostridium tetani”. Para entenderlo bien, era una amenaza constante, un bichito que mataba (era como el covid pero sin el cómo) hace 2 siglos. Afectaba principalmente a recién nacidos y mujeres durante el parto, con tasas de mortalidad elevadísimas. En la época industrial había todo excepto higiene, más en esa parte de la población obrera.
Bicheando más sobre este investigador, también indagó con su amigo Shibasaburo Kitasato un descubrimiento crucial: la antitoxina tetánica. Esta sustancia, presente en la sangre de animales inmunizados al tétanos, podía neutralizar las toxinas producidas por la bacteria y, lo más importante, salvar vidas.
Behring desarrolló la primera vacuna contra el tétanos en 1903. La vacuna, que ha sido perfeccionada con el tiempo, ha tenido un impacto significativo en la salud pública, reduciendo muchísimo la incidencia y mortalidad por tétanos en todo el mundo.
Así que me gustaría darle la importancia a este buen hombre, ya que dedicó su vida a combatir enfermedades infecciosas y mejorar la vida de millones de personas. Su legado continúa inspirando a las nuevas generaciones de científicos y médicos, farmacéuticos en la búsqueda de un futuro más saludable para la humanidad.